Objetivo del capítulo:
Aprender a construir un buen rol profesional.
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Recuerdo la cantidad de veces en la vida que he tenido que describirme. Desde las primeras redacciones del colegio hasta mis últimas entrevistas de trabajo. Según el contexto puede ser más fácil o difícil hacerlo. El resultado es la elección de una lista de palabras con una connotación positiva o negativa que deberían ayudar a definir cómo nos comportaríamos, siempre en líneas generales, ante una situación concreta. Si digo que soy una persona extrovertida y con sentido del humor entonces indico que podría ser un buen acompañante con el que disfrutar en una fiesta. Podría decir que soy una persona pesimista, por lo que no sería el más indicado para animarte.
Pero entre los múltiples adjetivos y características hay uno muy interesante que conocerás como la naturalidad. Según la RAE (matizo que utilizo los significados más relacionados con las características de una persona) la naturalidad se define como “la espontaneidad y sencillez en el trato y modo de proceder”. Espontaneidad viene de espontáneo y la RAE indica que el significado de este término es “voluntario o de propio impulso”. Por tanto, si yo eligiera el adjetivo natural entre los que me describen indicaría que podría ser una persona que se mostrara hacia los demás tal y como es de una manera sencilla, es decir, sin alardeos ni exageraciones. Podría generar confianza y una buena impresión en las personas que me conocieran. Sin embargo, hay que tener mucho cuidado con la naturalidad, y todo lo que está escrito acerca de ella en muchos artículos de internet, a la hora de superar con éxito una entrevista de trabajo.
UNA ENTREVISTA DE TRABAJO NO ES ESTAR EN UN BAR CON AMIGOS
Espero que el lector no se tome por falto en inteligencia ante el título de este apartado. Pues muchas veces algo tan obvio como la frase antes mencionada se pasa por alto en muchas entrevistas de trabajo. Además, supone un gran hándicap que hace que muchos candidatos que podían optar al puesto se queden a las puertas de acceder al mismo.
Y es que el contexto de la entrevista puede ser algo que olvidemos tras sentirnos cómodos o simplemente con el transcurso del tiempo. Conforme transcurren los minutos nuestros nervios irán disminuyendo gracias en parte a un cálido recibimiento por parte del entrevistador. Eso hará que nos sintamos más relajados y mostremos más características de nuestra forma de ser o incluso demos una gran cantidad de información que podría no ser nada beneficiosa. Puede que salgamos con una impresión muy favorable debido al buen trato recibido y al clima tan positivo que se estableció en la entrevista. Sin embargo, muchas veces eso resulta ser tan positivo cómo creemos.
NUESTRA MISIÓN EN LA ENTREVISTA
La misión de una entrevista de trabajo para un entrevistador es obtener el mayor grado de información del futuro rendimiento laboral (y aquí se mezcla tanto lo técnico como lo personal) de un hipotético candidato a optar a un puesto en la menor cantidad de tiempo. Lógicamente todo se produce bajo un contexto profesional. En una entrevista no se va a hacer amigos o a ligar. El objetivo es mostrar un conjunto de características que se relacionan directamente o indirectamente con el ámbito laboral. Por tanto, la misión del candidato es la de demostrar que es lo suficientemente competente a nivel laboral (y aquí se mezcla tanto lo técnico como lo personal) como para hacer frente a las futuras demandas que el puesto exija.
LA CONSTRUCCIÓN DE UN ROL PROFESIONAL
Si piensas en la última cita “romántica” que tuviste comprobarás que no actuaste de la misma forma que cuando conociste a un familiar de un amigo. Siempre ajustamos nuestra forma de ser a una determinada situación, en la que están permitidos, bien o mal vistos y prohibidos ciertos comportamientos. Obviamente no recibirías a los padres de tu mejor amigo con un beso apasionado en los labios en la primera vez que los conocieras (dudo mucho que esto se llegara a producir alguna vez). Sin dejar de ser nosotros mismos moldeamos nuestro comportamiento a los factores que detectamos en la situación. Es por ello que debemos tener un rol, o por así decirlo un conjunto de conductas, que proyecte lo mejor posible nuestras cualidades como buenos profesionales.
La RAE nos dice que un profesional es considerado como tal cuando “ejerce su profesión con relevante capacidad y aplicación.” Por ello, lo que buscaremos a partir de ahora es conseguir dar una imagen de profesionalidad durante el proceso de selección.
MEZCLA LA NATURALIDAD CON LA PROFESIONALIDAD
Es muy importante que en la entrevista muestres tu forma de ser y seas natural hasta cierto punto. Si engañas durante el proceso de selección y proyectas una imagen muy distinta de lo que realmente eres entonces lo único que conseguirás si eres el seleccionado es probablemente un despido o una mala experiencia.
Por tanto, hay que recordar en todo momento del proceso de selección que lo importante es priorizar lo profesional sin olvidar lo natural. La cercanía, simpatía, educación y amabilidad son elementos muy importantes a mostrar durante todo el proceso. Pero por más que hablemos con las personas encargadas en tomar la decisión nunca podemos tratarlas como si fueran amigos, familiares o conocidos. Hay que recordar que siempre estamos siendo evaluados durante el proceso de selección. Y un clima agradable durante la entrevista que haga que nos sintamos bien no indica que debamos perder la noción de la situación y dejar que actuemos perdiendo esa profesionalidad y haciendo que lo que priorice sea nuestra naturalidad.
Bien es cierto que la balanza entre la naturalidad y la profesionalidad muchas veces es difícil de alcanzar. Un elemento muy importante, y que muchas veces pasa desapercibido por parte del candidato, es el hecho de que algunas personas que realizan la entrevista van a compartir mucho de su día a día con la persona seleccionada. Por ello, las habilidades sociales son esenciales en cualquier proceso de selección. Practicar la escucha activa o sonreír son elementos que ayudan a que los demás generen una visión positiva sobre nosotros.
CLAVES PARA LA CONSTRUCCIÓN DE NUESTRO ROL PROFESIONAL
Puede haber muchas conductas que ayuden a generar unas expectativas positivas en los entrevistadores pero a continuación indicaré algunas que pueden ser de gran utilidad.
- Emplea un buen uso del lenguaje a través de una correcta elaboración de tus argumentos. Es importante no dar patadas al diccionario ni tampoco decir palabras mal sonantes. Recuerda que no estás hablando con un amigo.
- Cuida mucho tu puntualidad.
- Viste de manera adecuada. Ante cualquier duda siempre elige hacia la opción más formal.
- Mantén una buena postura corporal durante la entrevista. Siéntate de manera correcta y si llevas algún objeto no lo pongas encima de la mesa a menos que vayas a utilizarlo durante la entrevista (por ejemplo una presentación personal en tu iPad).
- La educación es fundamental desde el saludo inicial. Si estás sentado en una sala y entra el entrevistador no esperes sentado a darle la mano. Levántate y entonces responde a su saludo.
- No intentes ligar ni flirtear. No tomes excesiva confianza con la persona que te entrevista y le trates como a un amigo.
- Cuando comentes tus experiencias en otras empresas siempre intenta ser lo más objetivo posible. Si hablas negativamente de alguna empresa intenta también destacar algo positivo de esa experiencia. Es importante no dar todos los datos y guardar un poco de confidencialidad ya que en la mayoría de empresas es algo que se exige desde el primer día.
- No te desahogues con el entrevistador ni parezcas una persona desesperada por tener un empleo. Si bien es complicado no hacerlo debido a la época que vivimos, eso jugará en tu contra. Es mejor mostrar tus ganas de trabajar y motivación antes que tu preocupación ante la falta de trabajo. Puedes intentar solucionar tus problemas personales de muchas formas pero el técnico de selección no te dará el apoyo que necesitas.
Hay muchas conductas más pero la idea es que
potencies tu rol profesional y utilices lo mejor de tu naturalidad. Una mezcla inteligente de ambas características dará el resultado perfecto en tus procesos de selección: que seas un candidato muy interesante para optar al puesto.
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